miércoles, 28 de agosto de 2013

LA AGRADECEDERA

Un caso de Ripley´s
Desde que “Songo le dio a Borondongo”, la complicidad entre algunos personajes ha establecido vínculos de ayuda mutua para conllevar propósitos beneficiosos a las partes.

Recientemente, luego de publicarse sobre la acallada ciudadanía del señor Maduro, hemos visto como la camaradería entre Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro ha florecido la relación entre las dos naciones, a las que supuestamente representan y que nunca han estado separadas más que por sus propios intereses, pataletas y protagonismos.

Muchos venezolanos nunca vamos a olvidar la traición que Juan Manuel Santos ha hecho a nuestra libertad. Aquella esperanza afianzada en nuestro corazón fue negociada con la entrega de Walid Mackled a Hugo Chávez. Santos mercadeó nuestra historia.

Según el Diario El Espectador “Santos dice que Colombia y Venezuela tienen la obligación de trabajar juntos”. Santos agradeció una pretendida gestión de Maduro por la paz, situación que algún editor calificó como el “relanzamiento” de las relaciones entre  las dos naciones.

Venezolanos y colombianos, no solo compartimos una frontera común. Estamos atados por nexos que van mas allá del profundo sentimiento de historia y hermandad que, me atrevería a asegurar, no tenemos con ninguna otra nación en el mundo. Los oscuros manejos de Santos o Maduro ni sus ignominias de poder lograrán separarnos.

La comedieta del “magnicidio” colma el timo, donde también se cuela Cabello para completar la escena. Que falta de originalidad la de estos individuos; grises y sin ideas nuevas. Esta ni siquiera llega a ser extravagante por lo trillada y sin sentido.

The three Stooges” volvieron a la comedia. Falta que usurpen el papel al pajarito pio.

ANTECEDENTES:
SANTOS; hombre de palabra. MALA PALABRA

Santos; injerencia y desengaño

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para mí, por la histeria con que salen a gritar y la insistencia en que Obama diga algo, eso, más que un "magnicidio", es un "mamicidio".