En los últimos 6 años, la Deuda Pública oficial de
Venezuela se ha incrementado en 250%. La deuda con China ha sido adquirida bajo un
esquema disfrazado de pago en especie, explícitamente prohibida en nuestra
normativa. Pero además debemos enviar a China, por compromiso, 270 mil barriles
de petróleo diarios a un costo que hipoteca el futuro de los venezolanos. Este “Convenio” fue anunciado como una operación
beneficiosa al país. En aquel momento la opinión de rechazo de muchos fue
ignorada.
Este pacto fue refrendado por ambición depredadora
de Rafael Ramírez y Hugo Chávez con su infernal “rabo e´cochino”. Allí inventaron
el “Fondo chino” que abrió las
agallas de la caterva de los “pata en el suelo” (hoy “boliburgueses”) y producir el nuevo endeudamiento a fin de reponer y
encubrir los recursos malversados del “Fondo
chino”. El hurto alcanza los 5 mil millones de dólares, desfalcados en una operación
oscura y encubierta.
Silencios…
Hoy los medios de comunicación son noticia como consecuencia de las
políticas de silenciamiento y destrucción de las libertades por parte del régimen.
Es
imposible llevar a cabo la misión de “educar,
informar y entretener”, sin hacer silencios cómplices. Es inadmisible hacer
silencio y no ver al país con la frente en alto. Cómo ocultar el fracaso del
régimen que gobierna Venezuela desde hace más de 14 años sin veracidad. Cómo
ignorar al país cuando este se desbarata frente a nuestros ojos. Hoy es
imposible tolerar el sistemático acoso a la libertad de expresión sin sufrir
consecuencias.
Desde el año 2002 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha
manifestado su preocupación por la situación de los periodistas en Venezuela.
Existen denuncias de algunos que han sido físicamente agredidos por
funcionarios gubernamentales o simpatizantes del Gobierno en el desempeño de
sus funciones informativas. A varios de estos periodistas se les ha acordado
medidas cautelares de protección pero persisten las quejas por parte de los
afectados en el sentido de que éstas no han sido efectivas y que el Gobierno no
se ha esforzado por hacerlas cumplir.
Nuevamente es la lucha
insostenible. Es la historia diferida por RCTV en su segundo intento, de las 34 emisoras
de radio cerradas uno de los más grandes atropellos contra la libertad
de expresión en democracia alguna; la soportada por el “ciudadano”
Leopoldo Castillo, el zuliano de consistencia luchadora que tras doce años no
se dejó amilanar por el asecho. Aló Ciudadano sucumbió al largo y sostenido
atropello emprendido contra Globovisión, bastión de información ciudadano, hasta
quebrar su arrojo y convertirlo en reflejo de la situación de las libertades en
Venezuela. Deberán
ocurrir situaciones; está en el ambiente.
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