A Homero Montes Núñez... in memoriam
…un lugar de encuentros
Para
algunos, ya muy pocos en este país, el Teatro significa “un propósito de vida”. Una nube oscura de un glorioso y romántico
pasado, hoy convertido en una tarea épica en la razón de la permanencia de un “oficio” que en Venezuela se ha convertido
en una aventura, una quimera.
En las butacas estamos los que quedamos siendo espectadores
de aquella lejana Maracaibo Cultural,
destruida por una renovada adicción a la demolición de nuestra memoria.
El Primer Actor Fernando Perdomo
Recordada Figura de arraigo actoral del Zulia.
Han pasado poco más
de 18 años, mas esta aniquilación de los sentidos
no contaba con la renuente pasión de unos pocos luchadores, que si bien algunos se
identifican con el lastre que bautizaron como “revolución”, son producto y engranaje floreciente de la producción
cultural de tiempos gloriosos, que hacen eco a las bellas artes forjadas desde
el fierro del alma, de instituciones, creadores y artistas de esta misma
tierra.
El lastre de la
historia no ha sido óbice ni mella para echar adelante el valioso trabajo y aún quedan artistas que
con decisión se sobreponen a la sazón de
un sofocante momento; un sketch del absurdo por el que el país transita y exasperado
busca una salida llena de humor y ganas de hacer.
Elenco de "Señoras de Maracaibo" a la saga de "Mariita Carrasquero"
Convocamos a la
esperanza y la Fe a que, con ayuda de
Dios, pronto se abra otro telón que nos ayude a reflejar lo que significa el ser humano onírico, que dicho
reflejo sea guiado por el corazón, la sinceridad, la pureza, la gallardía y la
transparencia del Arte.
Que superemos la adversidad, la censura, la pobreza y el caos, algo que ciertamente estamos obligados a afrontar. Que nuestros actores sean bendecidos con el talento y tenacidad necesarios para mostrarnos cómo late el corazón humano en toda su complejidad, con la humildad y curiosidad necesarias para hacer de ello la obra de su vida. Y que el Teatro sea lo mejor de vosotros, y que consiga enmarcar esa realidad o falta de ella que traduzca en grandeza nuestros corazones... cómo vivimos en la visión representativa de Dionisio.
Que superemos la adversidad, la censura, la pobreza y el caos, algo que ciertamente estamos obligados a afrontar. Que nuestros actores sean bendecidos con el talento y tenacidad necesarios para mostrarnos cómo late el corazón humano en toda su complejidad, con la humildad y curiosidad necesarias para hacer de ello la obra de su vida. Y que el Teatro sea lo mejor de vosotros, y que consiga enmarcar esa realidad o falta de ella que traduzca en grandeza nuestros corazones... cómo vivimos en la visión representativa de Dionisio.
Para todos… ¡Buena Suerte!
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