En los
últimos lustros, la imagen más
popular que los venezolanos dejamos en el exterior, con la calidad de la
formación de la representación corporativa, es producto del talento y profesionalismo
de la “Gerencia” Institucional
instalada en el país.
Desde la administración tras la Industria petrolera,
pasando por “Corredores de Formula”, el
profuso conjunto de “menestros y
menestras” del gabinete presidencial, los categóricos personajes que
componen el CNE y el TSJ, la conspicua representación
internacional instalada en las embajadas alrededor del mundo, hasta llegar a
Miraflores. Toda una fauna de talentos y chapita…
Mambrú se fue a la guerra…
Pareciera ser tomas
de un programa de “Cámara escondida”;
pero no. Es el representante de Venezuela, “Ski Team”, en el Campeonato Mundial de esquí nórdico de Lahti (Finlandia).
Adrián Solano, un
joven sencillo de 22 años que sin preparación previa quiere triunfar, se
convirtió en una sensación en el campeonato mundial de esquí a campo traviesa
en Finlandia. En su afán de afrontar la empresa, Adrián luce necesitado y famélico, pero
sagaz. Un risueño paquetico lleno de dientes de “yo también puedo”, hambriento pescador en gélido rio revuelto, es un
muchacho sencillo, oportunista y con muchas agallas para vender una idea de pericia
a como de lugar; otro producto revolucionario que lleno de sueños arriesga, sin
nada que perder, todo por la gloria de la aventura y la necesidad de ser
alguien.
Adrián, creció en “revolución” con las armas que el Estado
le dio, primero un fusil que apenas podía exhibir y luego un empujón a ser un solitario
bufón en las nieves finlandesas. Este joven es una metáfora de cómo se ve el
país desde afuera.
Un sueño en “Proceso”
Hacer fritangas no era lo que más le gustaba, en su chamba de “Todero” y, sin haber visto nunca la nieve, decidió soñar una vez más con que podía montarse en la aventura. “Esquiador”, otra caracterización que lo ayudaría a cumplir sus objetivos efímero
Pero en Venezuela este es un caso más. Así nos venden a los "Médicos Integrales" o cualquiera de los becados graduados en pocos meses como profesionales en la "UNIBELZIDA VOLIBARIANA". Y es que esta gente solo está preparada para surgir “como sea”, con su cara bien lavada y envuelta en la desvergüenza que da la oportunidad y la improvisación. El absurdo no solo es ridículo, es patético, vulgar y vergonzante.
"Es una experiencia inolvidable que me
abre las puertas de un mundo nuevo”
Hacer fritangas no era lo que más le gustaba, en su chamba de “Todero” y,
sin haber visto nunca la nieve, decidió soñar una vez más con que podía
montarse en la aventura. “Esquiador”, otra caracterización que lo ayudaría a
cumplir sus objetivos efímeros.
No sorprendería si pronto lo vemos como “Menestro de Depolte”… ¡Qué dolor, que dolor, qué pena!
Un chiste, malo… pobre muchacho... ¡Que raya..!
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