Dorian García G.
La situación en
Venezuela es evidente e inadmisible. En la calle se habla de movimientos
en el seno de las Fuerzas Armadas Nacionales. Maduro, intenta evitar la
clausura de su mandato por la fuerza. Se dice que no tiene fuerza mando dentro
de los componentes militares y que estos esperan el resultado de las elecciones
para actuar. De allí que los cubanos intenten a toda costa suspender las
elecciones pues las saben perdidas. El caos advierte de estallido social en
cualquier momento. El país no soporta.
Las colas en el
comercio son impresionantes. Los compradores se abalanzan y abrazan a los
electrodomésticos, los aún en existencia, imponiendo dominio de
fuerza a su elección. La rebatiña produce vergüenza y tribulación. A cada local
comercial desocupado de productos, ejecuta el cierre y desaparición de la
empresa y fuente de trabajo.
Las
gasolineras obedecen la orden de surtir un cupo de tres bolívares fuertes
(3.oo BF) por vehículo. Todo hace pensar que las reservas de combustible (importado)
se extinguirán pronto. Con ello se prevé la inminente paralización del país.
El régimen espera
violencia y, salvo a los que no han entendido la crítica situación, la
respuesta es de profunda serenidad y convicción democrática. Nuestra actitud
les hace confundir la estoica paciencia y seguridad demostrada, con la
hostilidad y el desorden que pretenden provocar. El sentimiento popular está
claro como también quienes son los que quieren violencia para suspender la
Elección. Por nuestra parte no caeremos en su pretensión. De ninguna manera lograran
su objetivo de desviar la decisión del pueblo el 8 de Diciembre.
Entonces, se
plantean los escenarios. Tal vez detonaran las armas de la nación,
pasando por sobre la razón y la justicia. Tal vez el miedo les haga presa de su
instinto de conservación del poder y la barbarie sea protagonista ciega y sin
juicio de eventos trágicos, como lo hicieron contra la República y sus
instituciones en Febrero y Noviembre del año ´82.
Ellos son el
problema y nos han arrastrado al caos durante 15 largos años. Antes se
prepararon para la rebelión y solo para la violencia. Hoy, sin saber cómo
manejar sus perturbadas propuestas ni asumir las riendas de un país que
reclama conocimiento y pericia gerencial, siguen siendo los mismos
seres violentos, ofuscados y mantenidos por ideales fracasados en el resto
del mundo, pero con acrecentados apetitos filibusteros y malandros. Ellos
temen, saben que la hora de la verdad y de la justicia está llegando.
Se comenta que pronto a las fronteras se les
aplicará un alicate programado; que se espera restringir los vuelos al exterior
y la situación del blanqueo de capitales está colocando las finanzas en
situación delicada. Que es cada vez más constreñida la relación entre las FAN,
el mandadero instalado en Miraflores y los cubanos invasores. Amanecerá y
veremos…
“Cuando la Tiranía se
hace Ley, la Rebelión es un Derecho”
- Simón
Bolívar –
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