Henrique Capriles marca la agenda venezolana del momento, ha logrado encontrar el lenguaje, un manifiesto solidario que invita a la convivencia y afecto del pueblo.
Pero un encargo subyace en Miraflores; hay que contener al fenómeno Capriles… a toda costa.
Tras 14 años de manipulación de las libertades en Venezuela, la vida política está incrustada en el tuétano del venezolano. La inseguridad, la violencia, las insatisfechas necesidades sociales han aumentado, desatando una reacción de desasosiego en el ciudadano que se ve golpeado por una ideología demencial e irrespetos a la Carta Magna.
El “socialismo del siglo XXI” comienza a ser un lastre, una idea esotérica e inexplicable, un discurso gastado en el tiempo al que pareciera haberle llegado la hora.
La orden es obstaculizar a Henrique Capriles a como de lugar. No se hacen esperar las artimañas que, con descaro, pretenderán comprometer la inevitable victoria de Henrique Capriles Radonski en la contienda electoral del 14 de Abril.
Hasta entonces, seremos espectadores de la más despiadada agresión, de una guerra feroz que tratará de evitar que el país escuche a quien luce como la esperanza y triunfador de la disputa electoral; Henrique Capriles Radonski ha conectado con Venezuela.
El “socialismo del siglo XXI” comienza a ser un lastre, una idea esotérica e inexplicable, un discurso gastado en el tiempo al que pareciera haberle llegado la hora.
La orden es obstaculizar a Henrique Capriles a como de lugar. No se hacen esperar las artimañas que, con descaro, pretenderán comprometer la inevitable victoria de Henrique Capriles Radonski en la contienda electoral del 14 de Abril.
Hasta entonces, seremos espectadores de la más despiadada agresión, de una guerra feroz que tratará de evitar que el país escuche a quien luce como la esperanza y triunfador de la disputa electoral; Henrique Capriles Radonski ha conectado con Venezuela.
NICOLÁS...
Hoy más que nunca ¡Hay un Camino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario