domingo, 8 de enero de 2012

RECONCILIACIÓN. Boto tierrita y no juego más


“No hay reconciliación”
.................Diosdado Cabello
.................Presidente AN

He leído algunos escritos simpáticos que suponen una gimnasia revilitalizante y dan paso a la esperanza. Una dosis de algo que no tomamos “en son de broma” y nos hace reflexionar sobre estos corrientes catorce años “mamándonos el gallo” del individuo instalado en Miraflores. Que hagamos chiste del desastre, en su último año de desgobierno, mas que sano es un ejercicio oxigenante. 2012 es el año de la decisión, la despedida a la enfermedad etiquetada como “socialismo del siglo XXI”.

A ese señor y su comitiva de facinerosos, no los extrañaremos. Su nombre cada vez será menos mencionado; será algo así como quien quiere escapar de un mal olor y cubre su nariz. Pero debemos recordar que, aún luego de todo el desastre que ha constituido para nuestra nación, vamos a convivir con ellos.

Cómo llegamos a esto, mi país casi se pudrió, se consumió en su carroña y empezó a verse como la antitesis del paraíso. Sabemos que algunos de ellos olfatean el final y llenan sus alforjas con el tesoro nacional. Por ellos, los venezolanos hemos podido comparar lo que es probidad e injusticia, armonía y desequilibrio, razón y locura.

Más tarde, cuando las anécdotas de su florido y particular comportamiento se describan como mal ejemplo y desfachatez, entonces, no vamos a reírnos. Será mencionado como el trastornado aquel que no nos dejaba vida con sus mamarrachadas y necedades, como la plaga que tuvimos de sacudir. Asesinatos, desalojos y violencia ejercida por agentes del Estado contra los opositores políticos, entre otros, no son temas que podamos ignorar. El nudo se hace en el alma.

Para completar el panorama al asumir la presidencia de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello agradece al “Comandante y al Pueblo” por presidencia de la AN y radicalmente y abiertamente proclama que con él “no hay reconciliación”.

Borrón y cuenta nueva
Aun no se plantea el debate sobre qué hacer con los responsables de las violaciones a los derechos humanos. Cómo restablecer la paz social perturbada por los constantes discursos de separación y violencia planteados desde la magistratura y buscar la reconciliación nacional. Cómo hacer justicia, si las instituciones están secuestradas y el país embargado por hordas del totalitarismo internacional.

Como observadores seguimos, viendo la rapiña, impotentes de acción. Pero continuamos vigilantes anotando. Será entonces cuando se pueda instalar, finalmente, una Comisión de la Verdad y hacer justicia a todos los atropellos cometidos a lo largo de estos corrientes 14 años. Solo resta advertirles a los responsables, que la historia reciente no se va a quedar en “boto tierrita y no juego juego más”.

El perdón necesita ser administrado por la balanza de la justicia. ¡Que se preparen!

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