Adrián Cattivelli - Periodista paraguayo
(El Nuevo País, 17-06-2010)
A confesión de parte... vergüenza ajena
Según Fernando Soto Rojas, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, "aquí (en Venezuela) trabajamos para un solo Estado y un solo poder, con la autonomía necesaria, claro". El veterano ex guerrillero, subrayó que "los poderes públicos son un solo poder", que "la división de los poderes es falsa" y que las "decisiones fundamentales no las toma ninguna corte ni ningún parlamento”.
¿A QUIÉN ACUDIMOS POR JUSTICIA?
Dónde está Clodosbaldo Russián, Contralor de la Nación, dónde la Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, dónde Luisa Estella Morales presidenta del TSJ. Acaso tal aseveración no constituye delito ni violación a la letra de la Constitución.
Qué podemos esperar los ciudadanos venezolanos, cuando el representante y cabeza de uno de los Poderes Públicos se expresa de forma absoluta y contraria a lo dispuesto en la Constitución. La base natural del sistema democrático y del Estado, es violada de palabra e inacción por los agentes del gobierno. ¿A quién acudimos?
La separación de poderes o división de poderes es una ordenación y distribución de las funciones del Estado, en la cual la titularidad de cada una de ellas es confiada a un órgano u organismo público distinto. Junto a la consagración constitucional de los derechos fundamentales, es uno de los principios que caracterizan el Estado de Derecho moderno.
Qué especularían de tal declaración Aristóteles, Montesquieu, Rousseau y Locke. En Venezuela, las apariencias democráticas importan… una flatulencia.
La Asamblea Nacional
A la fecha, luego de haber presenciado, a través de una maniquea transmisión televisiva, la representación parlamentaria demócrata de oposición solo va valiendo, sin atenuantes de procedimiento, para mantener el maquillado hilo de una fachada democrática de una indudable tiranía socialista; empero no declarada abiertamente comunista.
El conjunto patriota, aun siendo expresión desminuida, es capaz y aguerrido. Es inexplicable que obteniendo el 52% de votos, solo posea una representación del 40% en la Asamblea; prueba de la esencia tiránica donde el país se ve atropellado en sus derechos fundamentales. Es la toma del poder por una desordenada, incapaz y manifiesta tiranía gobernante que implanta un modelo de destrucción institucional. Existe la propuesta de una nueva modificación del Reglamento Interior y de Debate de la Asamblea Nacional que amenazaría con su anulación como cámara de discusión.
El Fascismo se expresa cuando no se cree en el sistema electoral ni se respeta la voluntad de la mayoría. En él, la minoría decide.
“No hay nada
más peligroso
que la verdad”
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