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La comparecencia de los personeros del gobierno, que no interpelación, se presenta en el plano de la desigualdad en relación disminuida para la bancada democrática de oposición. Los cuentadantes del gobierno solo discurren y patalean su preponderancia, sin asumir ni estimar que su gestión pueda ser exigida o censurada.
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Es inexplicable cómo el país presenta un estado financiero tan deplorable, percibiendo por concepto petrolero 50% por encima en el 2010 con respecto al 2009. La economía venezolana se ve en su más franco deterioro y decrecimiento, llegando a ubicarse como el país con mayor decadencia del mundo. Si, somos el paria de la economía mundial.
La verdad no dicha es que, hoy en día, el gobierno venezolano importa crudo y gasolina para cumplir con los compromisos contraídos, para con ello no mostrar la verdadera situación de la disminuida producción nacional provocada por la ineficacia de su aparato administrativo gubernamental.
La deuda venezolana no es un “mono”, es un King Kong.
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