Otra, bien distinta es decir lo que cualquier bocón pueda proponerse a decir hasta llegar a perpetrar sus fechorías, y producir alegremente cambios sociales en nombre de un proceso del que es poceso, fingiendo y embaucando a otros simios, ordenandoles repetir que eso no nos hará daño y, para nuestra sorpresa, llega a cambiarnos el mundo sin pedirnos permiso y, aun haciéndolo, nos ignora, maniata y encadena para dar una imagen revolucionaria, de zopilote… mientras sus monos le aplauden.
"No se puede establecer la libertad del pobre, sobre la base de dejar sin libertad al rico.
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de cualquier nación..
No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola".
- Dr. Adrian Rogers, 1931 -
En poesía no hay doctrinas, mas hay un refran que reza "De musico, poeta y loco, todos tenemos un poco". Me pregunto, qué sabría Benedetti lo que se traería este mundo cruel, cuando así lo filosofaba en esta prosa:
Cálculo de probabilidades
"Cada vez que un dueño de la tierra
proclama
para quitarme este patrimonio
tendrán que pasar
sobre mi cadáver
debería tener en cuenta
que a veces
pasan".
Poeta, yo le rindo homenaje…
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