martes, 15 de diciembre de 2009

"Curso de oratoria contra tiranos"

Cochez; Dignidad y Diplomácia
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Los venezolanos tenemos la representación diplomática más avergonzante del panorama internacional. No solo contamos con un canciller cuyo papel más significativo ha constituido ser “chauffeur” de bus, esto sin mencionar la legión de figuras que nos representan a nivel de consulado, verdaderos delegados de la piratería, expertos del abordaje pillastre y saqueo de las arcas nacionales, desvergonzados dignificados con el honorable titulo de “Embajador” por quien con dedo anárquico dispone del bien y del mal como reserva de su propio dominio… (demonio¿?) rojo-rojito.
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Un petulante lengualarga, un dictador que quiere vender bien su imagen de Salvador del Planeta mientras se atreve a declarar “A mi modesto entender, del éxito que tengamos en el ALBA, depende en algún grado de importancia el futuro de la humanidad”. ¡Que descaro!
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Es ese que todo el mundo espera para hacer su centro de mofas y aprovecharlo como a un desenfrenado dadivoso malbaratador de la fortuna de otros y que se ha constituido en el deslenguado del siglo XXI. Es ese que hace gala del poder hegemónico con afán de destrucción del país institucional, un orate que arrastra consecuencias indescifrables a escala del orbe entero. ¡Que vergüenza!

Guillermo Cochez, embajador de Panamá ante la OEA, ha pronunciado un discurso ligero y lleno de picardía, antecedido de la pobre y lamentable intervención del representante boliviano. Fue una disertación que arrancó carcajadas y aplausos de las representaciones que ocupaban la sala y que, sin nombrar al gobierno de Venezuela lo deja totalmente desnudo ante la opinión pública mundial.

Este video recoge la breve y contundente demostración del "Por Qué" Guillermo Cochez, está calificado de contar con el Honor de representar a su Patria como Embajador, y desempeñarlo como oficio de buena voluntad. Es seguramente la clase magistral sobre el significado de “Diplomacia” más contundente que haya previsto esta audiencia.

Es un momento de esos que producen un reconocimiento pleno, al cual seguidamente se premia con una lluvia de aplausos en señal de apoyo y la inevitable hilaridad de la sala. Entonces, aludidos y cómplices hacen silencio, hechos un guiñapo miran al suelo buscando no se que cosa en el vacío, tosen nerviosamente y tiñen de rojo sus rostros. Si, vergüenza roja-rojita. No se la pierdan.

Vayan a este link
http://www.facebook.com/l/55a27;www.youtube.com/watch?v=JJEGZTTPjs8

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