Ocho días después de que el presidente Chávez ordenara la recolección de firmas para su reelección, el ente electoral estaba actuando. Súmate dice que los plazos de ley fueron rotos. Los rectores dicen que van a tiempo. Los ciudadanos vemos con estupor el descaro. Lo cierto es que la "revolución" tambalea en el filo de la hora nona. Es el dosmilNOeve.
El CNE vuelve a hacerle el juego a los poderes Ejecutivo y Legislativo, promotores de esta iniciativa inconstitucional, quienes están interesados en que la consulta sea a mediados del mes de febrero. Ordenes son ordenes.
Aires de dictadura advierten que si gana la oposición habrá guerra civil. La bota, infecta de opresión, se vuelca como una tormenta infinita que inmola todo a su paso. Nada parece impresionar al ciudadano que cada vez se acostumbra más a las consecuencias de vivir bajo un estado forajido.
La débil salud mental de Chávez, se expresa en los largos soliloquios que marcan record donde encadena al país para recordarle las obras y adelantos de su gobierno que nadie ve por ningún lado. Lo que viene, y sin ser profeta, no es bueno. El tal “socialismo” de Chávez enuncia en su lema la muerte
El referendo será el comienzo de la verdadera prueba de la nación venezolana. Estamos en manos de un inadaptado con adicción al poder y que preferirá esconder su cobardía en una guerra fratricida. Que Dios nos acompañe.
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