martes, 5 de agosto de 2008

Cuatro Soles, cero bolas… ¡PONCHAO!




Son 26 enunciados al término de poderes habilitantes, leyes transfiguradas de plastilina traídas por los cabellos que actuarán como comodín clandestino, por lo desconocido de su contenido, y que le brindan la potestad absoluta de imponer, asistido por juristas de actuación constitucional cuestionada, y reponer los artículos de la Reforma derogada el pasado Diciembre. Un paquetazo que patea la Constitución y desconoce la voluntad popular expresada. La Ética universal se deberá manifestar.


Es la trampa continuada para conculcar nuestros derechos ciudadanos y someternos a cumplir, sin pataleo. Todo queda reducido a la voluntad dictatorial hegemónica de un extraviado de la Constitución, quien se agracia con el disfraz de “Cuatrosoleado”, al mejor estilo del dictador Trujillo de Dominicana, sin tomar en cuenta la sentencia que sobreseyera al teniente coronel golpista y le dictaminara como “expulsado de las FAN, con deshonor y prohibición del uso de prenda militar".

Los Soles deberàn venir con “Valentía y bolas incluidas” por que en definitiva no con probidad. En este individuo y sus seguidores, el retraso moral es inocultable y hay quien resiente y no olvida el tiempo cuando los guasones le apodaban "Tribilìn". Ya los venezolanos le habíamos conferido una distinción, en ocasión de sus actuaciones en el Museo Militar, donde olfato y las pistas esparcidas llevaron a su ubicación.

Desde hace casi diez años, la vergüenza es infinita, y se refleja en el rostro ciudadano, observando como la Constitución se viola y patea consuetudinariamente para imponer una "Reforma" ya dirimida.
El ambiente se espesa. La oposición venezolana cuida su participación en las elecciones regionales y el golpista del ’92 provoca al país tomándolo por la fuerza y secuestrando las instituciones dando un golpe al estado de Derecho.
Ha dispuesto sus piezas, para que cualquier manifestación sea motivo suficiente para asumirla como un estado de rebelión social y declarar el estado de excepciòn. Sacarà entonces a la calle su ejército pretoriano y por ende suspenderà las garantías constitucionales, y con ello las potenciales elecciones... indefinidamente. La calle se va a calentar.
Hará falta más que un dictadorcillo para imponer del yugo a un país que resolverá su extravío… de una u otra forma.
El paìs està enfermo y pareciera que al equilibrio conductor se le terminò el litio... o ya no le hace efecto. Alguien se pone de espaldas a la historia y esta se lo cobrarà. ¡Anòtenlo!
¡Tribilìn, usted está ponchao!

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