El jueves 15 de Mayo a primeras horas de la tarde escuché la inquietante conversación en Unión Radio, entre Mari Pili Hernández y su invitado Saúl Ortega.
Ella reía, en una suerte de sketch desordenado y bastante afectado de dos que se hubiesen "fumado una lumpia". Y es que por mas que uno trate de ignorarlo, tal comportamiento presumido de inteligente y docto, solo logra llamar a la atenciòn... para que no lo olvides.
Me dio mucha pena que el objeto de su burla fuera un venezolano de prestigiado valor internacional al constituirse en el más joven entre los distinguidos con el Milton Friedman Prize for Advancing Liberty, en reconocimiento a su valiente lucha como líder del movimiento estudiantil venezolano.
Independientemente de su premio, Yon Goicoechea se ha erigìdo en la figura que circunscribe a quienes compartimos la visión de una Venezuela que sea de verdad de todos. Conocemos más jóvenes que como Yon, traducen la angustia y el requerimiento de la gran mayoría de los venezolanos de volver a una sociedad democrática, justa y solidaria. Yon solo es su representante, multiplicado en su coraje y liderazgo.
Es lamentable escuchar la burla insidiosa y nada convincente descalificación de quienes estando en posición de emitir conciliación y respeto, no reconozcan el aporte de este joven en un trecho tan importante de la historia contemporánea y se conviertan en una desfigurada visión de la dirigencia y del periodismo venezolano. Si la dupla terracota asumiò el papel para dejar una lecciòn, se equivocaron. ¡Que pena!
Mejor hubiese sido que hicieran mutis. Ya el país se encargará de darle la des-catalogación que corresponde señora Hernández. De todas formas, lamentamos su deterioro como figura, mermada lastimosamente. Los venezolanos nó nos acostumbraremos a presenciar por parte de nuestros "representantes" las descalificaciones de las que hacen gala en vitrina maloliente y para su desprestigio, brindar un triste espectáculo. No será el último, estamos seguros, el glamour es así; se tiene o no se tiene.
La vida está llena de fracasos y de aciertos. Algunos creen tener agarrado a Dios por las barbas. Cuando abran los ojos, sabrán que quien les hacía compañía "huele a azufre". Esta frase pareciera haberla escuchado antes en una pesadilla.
Las brujas ya no vuelan, los perros aúllan, la basura será reciclada. ¡Patético sketch!
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