miércoles, 30 de abril de 2008

Gallina, Gavilán o... Paloma ¿?

Aquí los huevos o son de lujo o con ellos pusieron la torta. Los venezolanos no distinguimos a gallinas, ni estrecharemos lo jurado en el Samàn de Güere. Hay quien convierte un símbolo en un árbol de mamòn.

Y es que hay que “tenerlas bien puestas” para ser tan descarado. Desde Miraflores se estimula el “jalabolismo”, especie de practica convertida en deporte, propia de oportunistas, charreteros, vivalapepa y sagaces vampiros de oficio, audaces delincuentes de la cosa pública, depredadores y malandros.

Huevos, gónadas, testículos, mamones o bolas es lo mismo para quien no las tiene y se conforma con ser un títere, o mejor aún, una foca aplaudidora del zoológico que le congrega, donde ratas, víboras y hienas pelean por el festín. ¡Que de ovarios!

Algo es seguro, algo les falta. ¿Algo?... ¡seguro!

No hay comentarios: