Venezuela
NO TIENE MIEDO
Nunca
fue tan franca la desesperación del régimen para concretar sus pretensiones hegemónicas.
Nunca la violencia fue tan cruel y descomedida hasta llegar a lastimar a
ancianos y niños indefensos dentro de sus propias viviendas.
Las
manifestaciones de los vecinos pudieron dar cuenta de la saña de los agresores,
algunos de los cuales vestían de paisano y solicitaban refugio para luego
descubrirse como parte de la horda de facinerosos que ejecutaba las maniobras
delincuenciales contra los hogares marabinos.
La
maniobra manipuladora del miedo, está sumergida en el hedor de una “Dictadura Constituyente” que solo promete más represión. Lo que no entienden
es que Venezuela perdió el miedo
.
20 de Julio. Un día
paralizante
En
Maracaibo, desde Santa Lucía, Amparo, Sabaneta, Torres del Saladillo O Pomona,
el clamor desesperado traspasaba la comunicación. Gritos desesperados y
detonaciones se dejaban colar por la trémula comunicación telefónica en la que
apenas podía interpretar las palabras llenas de angustia y de mi interlocutor.
Mucho
se comenta sobre el origen de las acciones autoritarias en el estado Zulia,
presuntamente ordenadas desde la Gobernación del Estado y su ejecución por parte
de grupos irregulares despachados desde la alcaldía de San Francisco.
El
mismo patrón fue aplicado en las manifestaciones de 2014 y hoy se reproducen
sistemáticamente violando el derecho a la protesta, hasta excederse al
hostigamiento de la familia dentro de sus propias viviendas.
Los
que se fueron dejaron mucho por lo que mirar para atrás. Las características de
los pueblos permanecen, porque los gobiernos pasan y los países quedan con todo
y sus marcas de tortura. Nadie podrá pedir reconciliación a un país lleno de
victimas y cicatrices indelebles. Este país se levantará a pesar de ustedes,
los que lo han tomado por asalto y depredado.
El
20 de Julio, en la locura que se sirve de la necesidad, un agente del régimen
pagó a 100.000 bolívares fuertes a cada motorizado que se prestó para llevar en
su parrilla a un miembro de los llamados “Colectivos”, esos que exterminan y
han traído infierno y dolor a nuestro país.
En
la animalidad de las acciones, Guardias Nacionales se introducían en
Ambulancias para franquear barreras y tomar por sorpresa a nuestros guerreros,
a los jóvenes defensores del derecho a la protesta y aplicarles castigos a
algunos perdigones a otros y a otros, cuatro en total… la pena de muerte en la
calle.
Cuando
la pesadilla pase, quedarán heridas insondables y cicatrices inocultables. Más
vale que se haga justicia; de no ser así alguien tomará la libreta de pagos… y
cobrará. La Justicia les alcanzará con su brazo largo y castigador. Cuidado
pues.
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