El cadáver exquisito "revolucionario"
El Padrenuestro fue la única oración
que Jesús enseñó a los Apóstoles,
para que todos rezáramos.
Cambiarla, variarla, implica lo que al final
de la Biblia, en el libro del Apocalipsis
dice muy claramente:
“Yo advierto a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro: Si alguno añade algo sobre esto, Dios echará sobre él las plagas que se describen en este libro. Y si alguno quita algo a las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la Vida y en la Ciudad Santa, que se describen en este libro.”
Apocalipsis 22, 18 - 19
(tomado de la Biblia de Jerusalén)
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