¡SOMOS MAYORÍA!
Dorian García G.
El “Arañero de
Sabaneta” fue recordado con un toma
lo tuyo, un fulano homenaje ventajista publicitado como “día de la Lealtad”. Entonces Barinas, respondió
con el voto, decidiendo el fracaso de la opción comunista. Barinas no se
doblegó ante el chantaje de hacer de la memoria del tirano un cuento de hadas y
respondió con una bofetada.
Chávez, luego de un año de despedirse, recibe una derrota
post morten con la perdida de la alcaldía de su terruño. Barinas es opositora a
su legado. Vaya homenaje.
Una vez más lo demostramos. ¡Somos
mayoría! Pero no
basta ser mayoría y ganar elecciones para lograr el cambio en el poder.
Los comunistas, salieron en cambote bajo la batuta embarrada de descaro e
indignidad del presidente de la Asamblea Nacional. El guión se cumplió como lo
estipulaba la necesidad de cubrir su vergüenza. No se cumplieron sus objetivos y
quisieron adelantar la jugada y transformarla en “victoria”, anticipándose al anuncio de las autoridades del CNE,
quienes brindaron un espectáculo tragicómico de una titubeante embaucadora
Tibisay Lucena.
La jornada de este domingo 8-D dejó a la altísima abstención y el voto nulo
como incidentes de atención. Vemos como la oposición venezolana, contrario a lo
que expuso una perturbada Tibi, obtuvo nuevamente el apoyo de un poco más de la
mitad del universo votante en los comicios de este domingo, sin siquiera contar
con el apoyo de un canal de TV y frente a la obscena ventaja electoral del
PSUV.
Esta derrota es absoluta para la subsistencia del comunismo en Venezuela.
Ellos farfullaban, sonreídos por cliché, Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez. La
cara de Ernesto Villegas era un poema. Todos parecían clones de “Lalo”, con una sonrisa clavijada en un
rostro descompuesto y retraído por un je ne sais quoi que les
exprimía el cuello.
Tibisay Lucena ofreció los resultados a su manera, truculenta y sardónica,
ocultando la verdad del panorama de resultados nacionales. Según Tibi: PSUV y
sus aliados obtuvieron 5.111.336 votos. Un 49,24%.
Pero los votos de la Mesa de la Unidad Democrática y sus aliados más otras
organizaciones políticas, suman 5.268.828 electores. Un 51.75%.
Los opositores, consolidamos la nueva mayoría pese a la abstención aupada
desde el régimen. Podemos decir que luego del 8D nada ha cambiado. El sistema electoral
más seguro y rápido del mundo es una trampa maleable, una modalidad ilegal y de
interpretación variable a conveniencia del régimen.
Nicolás Maduro pretende tapar su ilegitimidad de origen y de desempeño,
su incompetencia y el rechazo popular, con la aplicación obligatoria del
“Plan
de la Patria”. Intenta
despojarnos de derechos a los electores, a la voluntad nacional que escogió transitar
el rumbo democrático contemplado en la Constitución, texto y Ley que recoge las
libertades políticas, económicas y civiles.
Todo sucede bajo el influjo de un espectro y su legado de odio y corrupción.
Enfrentamos una
dictadura dispuesta a todo para conservar el poder. La Libertad
reclama escenarios. Aquí estamos.
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