“Un pueblo ignorante es presa fácil de la tiranía”
- Andrés Eloy Blanco -
Sabemos quiénes son; ellos son reconocibles. Aplaudidores de oficio,
ensalzadores de la barbarie y la sin razón. Brutales por condición y ordinarios
por naturaleza. Se oponen a la verdad y se encubren tras la sombra desde
donde operan. Pero hoy están solos en la aventura equivocada. Pronto se
toparán con el péndulo de la justicia.
A todos nos tocará, sin excepción, pagar por sus acciones. Esta semana han llegado a aplaudirse, a elogiarse y celebrar por continuar endeudando al país. Hace falta ser muy canalla y tener condición apátrida al no sentir culpa. El futuro no será posible cuando la estabilidad y el progreso están comprometidos y arrastrados por una recua de mentecatos, criminales y filibusteros de la cosa pública.
Solo
los enemigos del pensamiento libre, los antagonistas de la inteligencia y del
progreso, pueden atreverse a tanto tan descarnadamente. Cuán brutales pueden
ser, cuándo se darán cuenta de su comportamiento irracional y absurdo. Sin
hablar del daño moral de más de 14 años de mala educación y ejemplos impúdicos
que han buscado la implantación de un régimen podrido e inescrupuloso; la
aventura de un desquiciado.
A todos nos tocará, sin excepción, pagar por sus acciones. Esta semana han llegado a aplaudirse, a elogiarse y celebrar por continuar endeudando al país. Hace falta ser muy canalla y tener condición apátrida al no sentir culpa. El futuro no será posible cuando la estabilidad y el progreso están comprometidos y arrastrados por una recua de mentecatos, criminales y filibusteros de la cosa pública.
Por ahora
vencen; tienen sobrada fuerza armamentista bruta y la irracionalidad hace
compañía a su embriaguez. Se autoconvencen de practicar una doctrina, pero no persuadirán.
Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaran algo que les
falta: razón y derecho en la lucha. Solo les anima la depredación y los bajos
instintos de su furia, de su animosa lujuria por despojar de futuro de las
oportunidades del que la Providencia dotó a esta tierra de gracia.
En el
contexto internacional hemos visto con desconcierto como el representante de la
oposición venezolana, de por lo menos el 50% de los ciudadanos de Venezuela,
resulta ser un huésped incomodo. Los padrinos internacionales de la corrupción,
se identifican por su mala memoria y su desvergüenza a los principios
universales democráticos. Hoy prefieren
no rememorar la valiosa intervención de ilustres venezolanos en la lucha por la
independencia latinoamericana y para la cual entregara su vida un tercio de su
población.
Los
venezolanos aspiramos vivir una vida digna bajo condiciones confortables, pero
pareciera inútil pedirles a nuestros parlamentarios que piensen en la
comprometida situación de Venezuela. Mas, advertimos a la distancia que, a la
vuelta de la justicia no deberán argumentar
consideraciones. La necesidad de un dialogo nacional es de inminente urgencia;
solo que la cúpula enquistada en el régimen pareciera jugar con su propio
destino. Con correspondencia de motivos, cada cual recibirá lo que merece. Deberá cambiar el panorama, cuando el péndulo
vaya de vuelta. Que cada quien haga su lista de cobros.
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