sábado, 30 de abril de 2011

SHABE se sabe caído. Alguien tiene cara de ajo

…GOLPE A GOLPE
PROMESA y PROMESA
FRAUDE y FRAUDE

Transcure el año 13, parece un candidato ofreciendo un cambio de gobierno, villas y castillos. Es "Shabe"; él intenta trabajar anunciando lo que no va a hacer y, luego de un camino interminable, sigue sin lograr calentar motores. Hemos visto su cara ajada, en la mortificación que cada tarde nos monta a través de la TV. “Shabe” se sabe caído y no puede ocultarlo.

Día a día nos topamos con el mismo discursillo, el sudor frío del esfuerzo por mantenerse surca el trasfondo de cada mentira. Maqueta y maqueta, coba y coba, insinceridad, hipocresía y falsedad. Promesa y promesa y nada de nada
.


Claro, la destrucción de un país da trabajo, un sostenido esfuerzo depredador es hecatombico para la apariencia de cualquier mal entrenado actorcillo para afrontar un papel para el cual no ha sido preparado.

Expropiar lo que ya esta construido y luego obsequiarlo con etiqueta de “hecho en socialismo” es un síndrome de pérdida de contacto con la realidad. “Shabe” hace hincapié en cada frase machacándola, pues él mismo no cree sus ficciones.


VENEZUELA PAÍS PIÑATA; golpe a golpe
Entre otros males, autoritarismo y fraude se han instaurado como la acción más resaltante del gobierno, en un país donde los organismos de control han sido secuestrados, timando la voluntad popular.

La Venezuela petrolera se ha convertido en el país piñata donde codazos y oportunismo son rostro sinvergüenza de una enfermedad instaurada en Miraflores. El nuevo engaño, es una promesa manida a la que ha llamado rimbombantemente “Gran Misión Vivienda Venezuela”.

Shabe”, una vez más, juega con la esperanza y a base de promesas electoreras pretende alcanzar su sueño. Conoceremos de las bondades de un “socialismo” falso, desleal e incumplidor a la ilusión de los pobres, y activado por oportunistas que obtendrán beneficios sin mucho esfuerzo.

Alguien tiene los días contados. Está caído y lo sabe. Aquí no hay Yare que valga, la locura la curará La Haya. Anótenlo.

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