- Teodoro Petkoff. Mayo 2007 Diario Reforma, México -
“Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”, este dicho popular los venezolanos lo sentimos en carne propia, claro menos quienes viviendo en Caracas, tienen 24 horas ininterrumpidas de servicio eléctrico. ¡Que molleja!
El proceder de un sicópata está animado por lo irracional. Hay quien subsiste de echarle la culpa a otros, del miserable desprecio a si mismo, de hacer de su cuadro clínico el hastío, lidia y desventura de otros o de parte de un conglomerado.
La gorda chequera venezolana no se ha secado. Las transformaciones consumadas en los parámetros cambiarios, van a permitir a quien se refieren como “micomandante”, la acostumbrada repartidera de dinero que, en cada contienda electoral, le permite comprar conciencias y satisfacer apetencias a vivaslapepa, borrachos y afines con tal que sus propósitos sean conseguidos. Su comportamiento no ha variado, tampoco su preparación intelectual. La devaluación gubernamental, es una peste en Venezuela.
TRIBILÍN... la Araña Mona
Recreó insólitas historias para hipnotizar a una audiencia ávida de fabulas y, como buen encantador de serpientes, recreó su propia historia como un aperitivo de su verdadero mundo interior. Era una trampa para valerse de tontos de capirote y sacarles provecho, para crear basura intelectual endógena que hoy llega a once años de atraso educativo, que sirve a sus propósitos. Entonces, la basura lo aplaudió y le ha permitido ser quien es. Ya veremos cuando nos presente su “memoria y cuento”, donde cifras y porcentajes de exito brillaran por su ausencia. ¡Eso anótenlo!
Lo cierto es que, luego de perder el 2D el intento de “Reforma” a la Constitución, con rastros en sus manos dado el esfuerzo intelectual, decidió dejarnos saber la verdad de lo que ha llenado su alma. Recientemente, el vendedor de arañas, finalmente anunció el producto real de sus hazañas. Su negocio es transformar todo a su paso en “Compota”. Si, nadie lo ha dudado, es un gran productor de compotas, y transformó la empresa eléctrica en fábrica de compos. Y el país empezó a oler a chivo.
Y dijo ¡Hágase la luz! Pero la medida era solo para Caracas, que con el apagón sufrió una guerra interna, no informada y como noticia fue manoseada con el alicate mediático. Me parece escucharlo “al resto de los pendejos, denles su compota”. Es así comovivaslapepa, borrachos afines y el resto de los mortales de este bodrio, vivimos entre la desinformación, el sobresalto y la esperanza de que, algún día, Dios se acuerde de la lluvia y nos lave de este martirio. No es “El Niño”, es el moco que tiene pegado en la frente, por cerebro.
Hay un valiente que todos los venezolanos conocemos como “el héroe del Museo Militar”, gracias a las señales fétidas que delataron su escondrijo y hoy se las da de Pancho Villa. No se por qué, pero todo recuerda a Noriega, a Trujillo, y a “la fiesta del chivo”.
Hay uno que ha querido hacer de mi país una proyección de su cloaca personal. ¡No lo logrará! Está aterrado y ve con pavor que el final de tanto abuso está cerca. Pronto comerá su propio chocolate, fétido y de araña de museo. Se acerca la hora. ¡Mosca!
1 comentario:
Hola dorian, aquí la prueba de lo que te dije http://www.aporrea.org/actualidad/n143177.html lo de Julito, no publiques esto. Saludos Ivanoff
Publicar un comentario