miércoles, 19 de noviembre de 2008

VOLIVURGUEZ... con axento en la M

Seguramente estarás pensando que aquí las cosas están mal escritas o que hay errores gramaticales. Todo es cierto. El país completo huele a “M” y esto ha trastornado el concepto de lo correcto, desde que el “deber ser” está repensado desde una protuberancia lateral. Si por el contrario crees que lo que lees suena bonito y hasta pueda parecer poético, voy a pedirte que lo repases pues mi intención ha sido otra.
El humor es una figura intemporal, extraña y sarcástica. La singular política venezolana, en su desfachatado devenir, hace juego a la caricaturesca historia de una republiquita latinoamericana, con dictador, adulantes y pobres diablos enchufados en una comedieta, donde la exageración y el ridículo marcan la pauta.



En Venezuela la contradicción se manifiesta en ironía cada día. Advertimos atónitos y a la distancia a figuras que hoy en día, sin vergüenza ni meas culpas, argumentan con base incuestionable los “ventajismos del gobierno” asumiendo los mismos vaporones que todos sufrimos desde hace diez años. Estos, reconvenidos desertores no recuerdan su goce en las brisas del poder cuando eran ungidos por la majestad sabanetera, hoy conforman un nutrido inventario de glorias disidentes de las otrora fanfarroneantes filas chavistas.

La parodia se ha instalado en mi país desde hace ya diez años y el honor y la esperanza se han convertido en una suerte de lastimera costumbre bizarra de salvajismo e incredulidad. Solo soportar una cadena televisiva es comparable a la sordidez de tener que lidiar y convivir en el nido del cuco sin poder escapar, es una pesadilla que se eterniza. Dios nos ayude.

Asesinos, violadores y traficantes ungidos como caballeros, estafadores sirven de norte y ejemplo, abuelos filibusteros convertidos en héroes de gestas que aplaudirían Raffles y Jack the Ripper. Streepers y barraganas por doquier haciendo alarde de candidez. Policías de cuadra transmutados en genios, chóferes de guagua renacidos en diplomáticos y hasta terroristas explosivistas de gasoductos transformados en la hostia de la rectitud o cuando menos reverdecidos como “menestros” plenipotenciarios con jurisdicciones celestiales, porteros de lobby en cancillerías trampa-rentes, rumiantes parásitos de rabo y pezuña. Nuevos ricos y doctos todos, ex militares convertidos en apendices de simio que presumen ser parte de una nueva casta distinguida como “Boliburguesía”, todos victimas de la ocasión que más de un actorcillo del imperio adula para aprovechar la ganga locuaz. Dios nos cuide.

Me pregunto, quién podría escribir una historia tan particular y de tan nutridas e incalculables esfuerzos imaginativos. Tan perversa y sórdida trama solo puede ser esgrimida desde la demencial creativa de un lunático y seguida por otros victimas de lobotomía, para adoctrinarlos en un ámbito común a títeres y focas kinki.

Con vuestra indulgencia, “El vestido nuevo del emperador”, “Desde el jardín” o “El diente roto”, se han quedado “pendejos”. Pido disculpas al no poder evitar hacer este comentario, despues de todo y luego de esta pesadilla, ser soez es irrelevante, Yo estaré al pie del cañón. Dios me acompañe.
¡Sí, ya sé! Lo vas a tener que leer nuevamente…

1 comentario:

Amly dijo...

lo que se llama parodia siempre es optimal.
Algo que sirve para aumentar en el mensaje lo que uno quiere comunicar...
Te felicito por tu Blog!
Yo