"ESTO HUELE A 2007"... la historia se repite

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Los rectores del Consejo Nacional Electoral entraron a la sala de totalización para desaparecer de la escena sin dar definición alguna. La expectativa se derivaba de una tensa calma que recordaba, la golpeada circunstancia de un episodio conocido, el Referendo del 2D año 2007.

El CNE difícilmente podrá explicarle al mundo sobre el insólito funcionamiento del dispendioso y “más moderno sistema de votación de la bolita del mundo”, cuando ofrece los resultados al día siguiente de las votaciones.

Los venezolanos fuimos a un sistema electoral modificado a placer de quien, autocráticamente, ha tratado de imponer un estilo bizarro y filibustero que va en contra de lo establecido como ideal democrático cambiando la Ley electoral, advirtiendo su perdida de conexión con el pueblo y el voto popular. La figura de Chávez se ha desmoronado, al menos, para el 52% de los electores venezolanos. Tras ocho largas horas, Hugo Chávez ya no constituye el paradigma a seguir, convirtiéndose mas bien en el modelo a evitar, un populista que internacionalmente es “el coco” que todos evitan y del que ríen de soslayo.

Desde otro sector, las sonrisas de los involucrados nos brindaban una escena de satisfacción de una Oposición revitalizada y dueña de los secretos no revelados por quienes, aun manejando la comisión escrutadora revestida de arbitrariedad, resultaba ser una caterva de títeres con una tarea asignada. Vaya CNE, pasará a la historia de las figuras de cera, casi un Museo de Terror.

Venezuela votó contra un gobierno de exclusión, contra una seudo democracia. El país le dijo NO a una asamblea que auspicia y está a la orden de un régimen caudillista y tramposo, el pueblo se expresó constituyéndose en más de un 52%, una fuerza que no podrá ignorarse. La suspicacia se hace presente, cuando al paso del tiempo, los resultados definitivos no se conocen. Esto huele al 2007 y un madrugonazo podría repetirse.

Pero cuidado, Venezuela está cansada de bajar la cabeza a la discriminación y a un modelo autoritario que, eufemísticamente, nombran como “socialismo” y del que anuncian su radicalización. No nos prueben nuevamente. ¡Cuidado!

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