No bastó la mal oliente muestra de flaqueza y desvergüenza en lo que no fue sino un espectáculo cómico representado hace poco en nuestra memoria el hoy venido a menos “por qué no te callas”. No han sido suficientes las arrogantes e insolentes “lavadas de paltó” o “metidas por el bolsillo” que solo han tenido por respuesta sorprendentes muestras de humillación y sumisión que, hasta hacen suponer de goces extravagantes a las sugerencias escatológicas del señor Chávez. De estos personajes todo podemos esperar y creer.
Hoy vemos con estupor, titulares que explican que el socialista Ministerio de Asuntos exteriores de España, ha hecho público un comunicado conjunto con el Gobierno de Venezuela, en el que apoya las tesis de Caracas desmintiendo las “informaciones publicadas sobre una supuesta colaboración con la organización terrorista ETA”. ¡Vaya desvergüenza!
Solo algunas personalidades han elevado su réplica dentro de la Unión Europea y del Parlamento español. Escuchamos una voz en solitario en el vocero de Partido Popular, Gustavo de Arístegui, expresando: "estar sorprendido, escandalizado y preocupado por la actitud del gobierno ante estos nexos de terrorismo con el gobierno venezolano".
La expectativa y el silencio dan espacio a la especulación, pues no sabemos cuál es la tesis, si una estrategia para que se abran las puertas a una investigación silenciosa, intereses económicos tras un prudencial soborno, o la cooperación entre pájaros de un mismo redil que rinden tributo como camaradas. Da para mucho, ellos son harina de un costal extraño, pesado y pardo.
Luego de la arenga de Hugo Chávez, la dupla Zapatero-Moratinos ha tornado la desazón en un “malentendido semántico”. El apego a la conveniencia está de vuelta entre los cordiales camaradas, y así el complot Madrid-La Habana-Caracas continúa como si no sucediera. El silencio es la propuesta.
El amor por la democracia nunca será suficiente, si la inocuidad de los “buenos” no extingue la inefable arremetida de quienes atentan contra el derecho a la vida. Los llamados gobiernos “socialistas” que han tomado por asalto la distraída vida de algunos países latinoamericanos, se han hecho de la oportunidad de imponerse e instalar su filosofía para perpetuarse y desconocer la voluntad del pueblo, eliminado a la Democracia como sistema.
El caso es que, aun siendo una instancia judicial española con "superjueces" cuya independencia ante los otros poderes no está en duda, no existe garantía alguna de que el juicio llegará hasta las últimas consecuencias y las responsabilidades sobre planificación de magnicidios, así como apoyo y protección a grupos terroristas en territorio nacional por parte del Gobierno venezolano, quedarán establecidas en caso de comprobarse. Todo esto es posible, luego del sorprendente cambio de rumbo realizado por la jugada Zapatero-Moratinos.
Hoy Venezuela es un país bajo sospecha ante la comunidad internacional, a propósito del gobierno Hugo Chávez verse involucrado en actos ligados al narcotráfico, terrorismo y además intervenir en asuntos internos de otros países en el afán de imponer un proyecto seudo socialista internacionalmente.
El Caso CHÁVEZ-ETA-FARC podría ir a la Corte Penal Internacional, todo depende de cómo evolucionen las acusaciones. El balón está en España.
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