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A veces pienso que la reconciliación será una dura penitencia. Esta gente, dura, fría y belicosa, da la impresión tener un volcán interno a punto de entrar en ebullición, y que su lava se va a extender por todo el mundo. No es nada su discurso o apariencia, lo peor será el olor.
La historia del absurdo no está completa. Aquel teatro de desembarco que vimos entre carcajadas y vergüenza no fue suficiente. Le han seguido las constantes amenazas de “somos una revolución pacifica, pero armada”, la lumpia de Aristóbulo, hasta llegar a los "cadáveres muertos" de la fiscala.
Los “camaradas”, son útiles encubridores de un seudo socialismo, un modelo populista autoritario que no respeta la propiedad social y responde a engordar a un Estado autoritario, donde “coheticos” que alcancen los 300 Km. son más importantes que dotar al país de ambulancias e insumos necesarios para la salud, juguetes de guerra necesarios para satisfacer la idea convulsa de un desubicado, sin principios ni valores, que solo se escucha a si mismo.
Subsistimos en un país donde quienes deberían impartir Justicia participan de las acciones del hampa, que sin guardar las apariencias, atracan con armas de reglamento y usan las leyes a discreción.
La degradación social del lenguaje, traduce la salud social del país. Ejemplo inequívoco de ello, lo constituye la pléyade de camaradas que componen la falange revolucionaria, parte de la sociedad idiotizada desde el gobierno autoritario que acompaña al líder de la revolución en la eliminación de los valores republicanos, lesionando el derecho a la libre expresión y principios democráticos para imponer un Estado Socialista que ni escogimos, ni queremos.
“¡JODER! EL REY SE VINO… “
Un amigo de gentilicio ibero-venezolano, hace unos días, utilizaba como trapeador la camiseta que siempre llevó con complacencia en la que se leía “Por qué no te callas”. Al dar la vuelta, descubrí que usaba una que decía, “El Rey se vino en mierdas". Esto ocurrió luego del encuentro de Hugo Chávez con Zapatero y Juan Carlos de Borbón. Sé a que se refería... ¡ups!
Las noticias construyen la historia y a veces nos aperplejan. Más allá de eso, a quién reclamar nuestra propia degradación, si las instituciones, los poderes públicos, están secuestradas por violadores del derecho social a disentir o a reclamar lo que nos es sagrado. Hoy la Constitución es una quimera, la anarquía reina y el respeto al prójimo desconoce la dignidad del ejemplo. No nos autoconvenzamos de merecernos lo que nos ocurre, deberemos ubicar el error y ser autocríticos para enfrentarlo, ser creibles y actuar para rectificar hacia el equilibrio. La fuerza moral es el verdadero poder de la democracia y se hará valer. Si bien tuvo errores, la democracia es de todos.
Esto no será eterno, vendrán nuevos tiempos y con ello la locura y el desarreglo entraran en carril. La pena a los irregulares no se hará esperar. Nos queda la palabra para expresarnos, olvidar la palabra es echar los sueños al vacío y la memória en saco roto. Nos queda la palabra como simbolo de libertad.
Estamos anotando, el daño producído debe ser reasarcído... registra tu lista. ¡Prohibido olvidar!
"Bajo extraño imperio, aglomerados los martirios,
y destruidos;
perplejos, extraviados, negada la memoria,
solos;
muerta la sombra que protege;
lloramos;
sin tener a quién o a dónde volver,
estamos delirando".
El jinete insomne (Caracas: Monte Ávila, 1977)
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