sábado, 11 de julio de 2009

Ver para creer, he allí el dilema

¿Dónde está Fidel Castro?

Hasta el día de hoy, algunos sostenemos la tesis que el dictador de Cuba desapareció hace más de un año. Por qué el señor Castro no brinda una entrevista a los medios en vivo y con la misma cercanía de otros tiempos. ¿Dónde está Fidel Castro?



A mi no me vengan con la historia de la Kirchner o la Bachelet con el “muchachón”, una especie de doble televisivo, un clon saludable y fuerte, en una entrevista falsa que nadie cubrió. Ver para creer despintaría cualquier pretexto. La paranoia a la verdad, hace del tema un manejo mediático no muy ventilado convenientemente y cuando así ocurre, se produce entre chistes, manipulación y enmascaramiento.

Podría ser respondida con la locuacidad de cualquier dictadorcillo, de los que abundan en la última década, con un gesto de autoritarismo y vacío. Pero los vigilantes de la verdad no estaríamos conformes hasta que esta se produjera. Mientras tanto para este servidor, el señor Castro… ¡está kaput!


CUENTENME UNA DE VAQUEROS
Una especie salida de los laboratorios de la farsa, deja en el tapete una supuesta declaración –vaya usted a saber a quien se la dio- donde el dictador –extinto- advierte en un artículo que “si Manuel Zelaya no es reintegrado a la presidencia de Honduras, peligran muchos gobiernos en América Latina”

FLESH AND BONES
Se ha especulado incluso que su muerte, información como secreto de estado, sería anunciada el 20 de enero cuando Obama tomara posesión, para robarle los titulares de prensa.

Siempre he pensado que lleva muerto tiempo considerable, seguramente no fui el único en pensarlo cuando anunciaron que cedía el poder.

¿Quien puede certificar que no hayan sido manipulados fotografías y videos, con representaciones para prolongar la influencia y poder del dictador, utilizando dobles, de los que se especulan en numero cuantioso y aplicando la tecnologia de photoshop para prorrogar un acontecimiento que, sin dudas, imprimirá en titulares un antes y un después en la vida del pueblo cubano.

Enterrar a Fidel, será sepultar la historia del perpetrador de acontecimientos que han marcado no solo el devenir de Cuba como nación, será concluir un capítulo de oscurantismo excesivamente largo de la historia del mundo.

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