NOS
UNIMOS O NOS HUNDIMOS
Los venezolanos, tenemos y debemos hacer una
reflexión, corregir pautas e imponer nuestro Derecho a la Justicia y a la Libertad.
Todo lo podemos lograr reorganizándonos como UNIDAD.
Caímos en el juego que la narco delincuencia
política organizó para separarnos, debilitando nuestras posibilidades de
respuesta, dando resultados hasta entonces insospechados.
El Régimen estudió la situación y la manejó
como le era más conveniente, colocando una agenda electoral, luego de haber aplicado
estrategias durante un año para llevarnos a los resultados que les eran ventajosos.
Fue una estrategia estudiada paso a paso que incluía, para rematar, la
desincorporación de Centros Electorales los tres últimos días antes de
producirse la elección.
El Plan trazado por parte de los estrategas del Régimen, funcionó, poniendo
en práctica diferentes tácticas arbitrarias de desmovilización y profundizando
su capacidad de tomar por sorpresa a los electores, eliminando centros
electorales y modificando su capacidad de orientación oportuna dada su lejanía.
Estas modificaciones subrepticias contravienen los estándares mínimos de
transparencia internacional para la organización de elecciones, ya que recurren
a estrategias de desmovilización de los votantes de la oposición con claros
fines de atropello y modificación de datas.
La estrategia fue diseñada e inducida por las fuerzas que le integran en el juego. CNE y
FANB fueron sus mejores aliados.
Luego de conocerse los
resultados, organizaciones políticas integrantes de la MUD, que venían de ser triunfadores
avasallantes en los comicios de eleccionarios de la Asamblea Nacional en
Diciembre 2015, no lograron un acuerdo.
Luego se produjo la forzosa
Juramentación de 4 de los 5 gobernadores (80%), declarados
triunfadores, ante una espuria Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un parapeto antidemocrático
para transformar su clara sospecha a perder el poder en éxito, amparándose en aliados
de poderes secuestrados; TSJ y CNE y FANB.
Está claro que somos
fuertes si nos unimos. Las dictaduras hay que enfrentarlas electoralmente, pues
empuñan las armas de la República; lo otro sería permitirlo sin participar y
sin poder demostrar que son minoría.
De no hacerlo, Tibisay
saldrá nuevamente sonriente al balcón…